Nunca el viento había sido tan frío,
Tan frío.
Tan frío que los dientes tiritaban
Y loa piel reaccionaba crispándose.
Pero no era al viento
Quien la estremecía,
¿Quien la estremecía?
¿Que la estremecía?
¿El viento soplaba pícaro su cuello?
¿El viento rozaba su espalda con suavidad?
Nunca la noche había sido tan oscura,
Tan hermosa,
Tan brillantes los fulgores celestes.
Nunca antes se había visto
Sonreír a la luna con labios dorados,
Nunca se la había visto sonreír burlona,
Nunca tan feliz.
El tiempo nunca corrió tan rápido,
Desde el principio de los tiempos
Los segundos nunca habían estado tan ansiosos
Ni las manecillas tan cansadas.
Nunca había asomado el sol sobre el mar,
Nunca de esa forma;
Nunca la aurora se había mostrado a sus ojos,
Nunca tan bella.
Nunca había dormido en los brazos de la noche
Y despertado en los del amanecer,
Nunca había visto el amanecer,
Nunca acurrucada amorosamente,
Nunca tan tibia,
Nunca tan acompañada
Nunca tan feliz.
No importa cuantas salidas de sol
Hubiera observado en otras épocas,
Nunca las había visto,
Nunca de esta forma,
Jamás con los ojos llenos de estrellas,
Jamás con las manos tan llenas de él.
Nunca con el corazón tan brillante…
Nunca antes había visto el amanecer….
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