domingo, 21 de noviembre de 2010

La plebeya

Con ojos llorosos

Miraba la plebeya

Con su príncipe encantado

Caminar a la princesa.

El brillo de sus ojos

Nada envidiaba al sol,

Sus suaves manos

Eran aves dignas de amor.

Con garganta temblorosa

Sollozaba la plebeya

Al ver la gran suerte

Que poseía princesa.

Natural era que del príncipe

Poseyera el corazón,

Encantadora su sonrisa,

Melodiosa era su voz.

Con el corazón partido

Saltaba la plebeya

A un pozo de agua

No pudiendo ser princesa.

Acabose con su vida

Sin decir adiós,

Tan hermosos se veían

El príncipe y su amor.

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