Callado…
Como muñeco de metal oxidado,
Lleno por dentro
Pero completamente aislado,
Un corazón tan grande,
Que destruye tu estructura,
Tantas lagrimas en el pecho,
Que más te oxidas evitando fugas.
Tan aterrado…
El miedo de un animalito atado
Que va a un lobo
Sin saber que es su propio reflejo
En un charco de agua y lodo.
¿Por qué no hablas?
¿Por qué no gritas?
¿A que le temes?
No tienes camino ni propias pisadas,
Te apasionas por sueños cortos,
Y te duermes en naves bajas
Porque ya o quieres mas heridas
La próxima vez que caigas.
Y yo…
Yo estoy aquí…
Contemplando al muñeco seco,
Contemplando al arcoíris muerto
Que alguna vez conocí.
Y yo…
Aun busco aquel calor
Que se que vive en algún rincón
Y espera despertaste la razón.
¡Habla! ¡Habla! ¡Habla!
Que ya está harto tu corazón
De que le impidas una conexión
Por mil miedos infantiles
¡Que no viven más que en tu imaginación!
No hay comentarios:
Publicar un comentario