Cuando en la oscuridad
Nada ves
Y en cada paso
Se van llagando tus pies.
Y al caer al vacio
Pareces no poder levantarte,
Y buscas desesperado
Algún bastón
Con el cual impulsarte.
¡Olvídalo!
Pues, tantea a ciegas
Entre las tinieblas,
No encontraras para pararte
Más que tus propias piernas.
Y si lloras desconsolado
Con esperanza de que tu llanto
Por un corazón compasivo
Sea escuchado
¡Olvídalo!
No habrá nadie más
Que tu propia voluntad
Siempre a tu lado,
Para avanzar.
Terminaras alzando la cabeza
Te lo aseguro,
Más allá del monzón
Que te arrastro a lo oscuro,
Pues no hay más opciones
En esta vida que caminar,
Aprender, crecer,
Y buscar algo más eterno
Que lo que tus ojos
Hoy pueden ver.
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