jueves, 10 de marzo de 2011

¡A la batalla!

¡A dejarse de joder!

¡A ir a la guerra!

¡A romperse los huesos del esfuerzo!

A defender corazones indefensos

Y atravesar con nuestras lanzas

Las corazas por la fuerza.

La fuerza de mil voces

Entonando la canción,

La canción que une a las almas

La canción de redención:

El grito eterno en la batalla

Atravesando al atroz,

Matando todos los males

¡Los únicos males!

Están en lo oscuro del corazón.

A dejarse de llorar

Por los rincones,

A dejarse de suplicar

Diez mil perdones,

A dejarse de sentir

Indigna autocompasión,

Las batallas se ganan

Entonando la justicia en la voz.

Y cuando flaqueen nuestros brazos

Y cuando el canto vacile,

Sin miedo, mira furioso

Al enemigo que te mire

Y se quemara en tus pilas

Y reculará en la línea de fuego

Pues tus ojos serán tan justos

¡Que huirá por el miedo!

¡A dejarse de caer!

Que suelo hay mucho.

A dejarse de chillar

Como cobardes,

Pues nuestros sabios padres

Al marchar nos animarán:

"A endurecer la piel"

Y dirán: "Regresa con tu escudo,

O regresa sobre él".

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