En juventudes remotas
No se le quiso acercar.
No confiaba en tales estados,
No creía que la ayudara a escapar.
Nunca, hasta ese fatídico día
Se había aventurado a esa ciénaga,
Y dejado hundir lentamente
Hasta por el dolor verse ciega.
Y entonces dejo fluir
Por su pulcra garganta
El elixir que nubla la mente,
Al veneno que en vida mata,
Y que el corazón reciente.
Rió como hiena,
Llorando como cocodrilo,
Y se perdió en la soledad llena
De oscuros delirios.
Tirito en cama de amados
Que no la supieron amar,
Despertó con el estomago vacío,
El pecho frió,
Y el elixir dando mucho que pensar.
Quemo su garganta y su imagen
En quienes la hubieron de ver.
Murieron sus certezas
Y nublaron sus valores
Llorando mares al no parar de beber.
Pues es elixir de penas,
Suero de verdades,
Fertilizante de lágrimas
Y destructor de amistades.
Pues debilita voluntades,
Y pechos rojos vuelve negros.
Mágica agonía traerá tanto placer…
¡Alejaos del elixir!
Antes de que ya no halla
Más cosas a perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario