Pueden
lloran mil gotas rojas,
O gritar deshaciendo
su garganta,
O corren en círculos,
perdidos.
El problema
es cuando no dicen nada…
Pueden
vociferarar un “socorro”
Retumbante
como la voz de Dios,
Y las lágrimas
crearan mares profundos,
Pero aun ahí…habrá
vida bajo el esternón.
Es cuando
sus labios están mudos
Y la piel
blanca muestra el umbral
Entre la
vida y la muerte.
Es cuando
sus ojos son de vidrio
Y la luz se
ha apagado,
Cuando se
resuelve su suerte.
Pues el
problema es cuando no dicen nada,
Cuando su
voz calla
Y ya
cansados de aullidos
Dejan que se
disuelva su alma.
El problema
es cuando no dicen nada,
Y sus
mejillas anónimas
Van quedando
empapadas
Sin que
nadie los note, ni pierda la calma.
El problema
no es quien grita
El problema
no es quien sangra:
Los
moribundos siempre son
Los que no dicen nada.